Aunque posiblemente estas tierras habían sido ocupadas con anterioridad, la historia de la construcción actual se remonta a 1176 cuando, aprovechando una serie de privilegios concedidos por el rey Alfonso VIII, se instalaron aquí monjes premostratenses procedentes del Monasterio de Santa María de Retuerta (o, en caso de existir una ocupación anterior, se aceptó la autoridad del abad de Retuerta y la nueva regla, incorporándose a la Orden Premostratense). Al año siguiente la comunidad vio confirmados por el papa Alejandro III sus derechos sobre este territorio situado entre los ríos Carrión y Ucieza.
El nombre de la nueva fundación estaría relacionado con la donación de una reliquia por parte de aquel monarca, apareciendo en la documentación inicial como Santa Cruz de Monzón y posteriormente como Santa Cruz de Ribas. La denominación de Santa Cruz de la Zarza es relativamente reciente y probablemente resultado de una confusión.
Los siglos XIII, XIV y XV fueron de un esplendor que refleja el edificio actual, resultado de ampliar la iglesia original de la que sólo conservamos la cabecera, modificándose el diseño de la planta y el abovedamiento.
Sin embargo, a partir del siglo XVI comenzó una etapa de decadencia y problemas que impulsaron al Capítulo General de la Orden Premostratense a decidir el traslado de los monjes a Valladolid, lo que no se llevó a la práctica debido a la importante donación que realizó Felipe II para restaurar el monasterio y evitar su clausura. Ello no impidió su abandono por una parte de la comunidad ya a principios del XVII, lo que redujo a Santa Cruz a la condición de priorato.
El siglo XVIII nos dejó el recuerdo de un incendio en 1715 y una inundación en 1739 que produjeron cuantiosos daños y obligaron a nuevas reparaciones, con una pérdida progresiva de importancia del lugar, que a finales de siglo sólo era habitado por el prior y un compañero.
Finalmente, el siglo XIX supuso el final de la vida monástica en Santa Cruz como consecuencia del proceso desamortizador puesto en marcha por el ministro Mendizábal. El monasterio fue suprimido en 1835, lo que obligó a los monjes a abandonarlo definitivamente. Las tierras y resto de propiedades eran enajenadas y subastadas a partir de esa fecha, pasando la antigua iglesia monástica a convertirse en parroquia de San Norberto ofreciendo culto a los vecinos de la zona.
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| Real Decreto de 11 de octubre de 1835 confirmando la supresión de todos los monasterios de órdenes monacales. Gaceta de Madrid núm. 292, de 14 de octubre de 1835, página 1157. Código Pares: ES.28079.AHN/3.1.2.24.18// | ... | Primera página del documento de la almoneda de los bienes muebles de Santa Cruz realizada el 30 de octubre de 1836. Archivo Histórico Provincial de Palencia. |
Desde entonces las antiguas posesiones del monasterio han tenido diferentes propietarios que siempre han considerado que las construcciones religiosas también estaban incluidas en la venta, lo que generó un largo litigio con el Obispado de Palencia. Si bien el Tribunal Supremo confirmaba en 2005 que el titular de la iglesia era el obispado, unos años después el Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea condenó al Estado español a abonar a los actuales propietarios una importante indemnización por considerar sus derechos conculcados.
En la actualidad, el Ayuntamiento de Ribas de Campos ha conseguido la cesión temporal del edificio por parte de la diócesis para dedicarlo a actividades culturales, y se ha desarrollado un proceso de restauración con la limpieza y desescombro del monumento y la reconstrucción de la torre en 2017, la excavación del claustro en 2019, y la reparación de cubiertas en 2021.
Con todo ello se ha conseguido evitar la ruina de un edificio que, pese a ser considerado desde 1931 “Monumento Histórico-Artístico” y actualmente “Bien de Interés Cultural”, vivía una situación de abandono y expolio sin que nadie hiciera nada por evitarlo.
A ello ha colaborado de forma muy importante el interés y aportaciones económicas de la Diputación de Palencia y de la Junta de Castilla y León, así como la creación, en 2018, de la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa Cruz de la Zarza, comprometida con la conservación y rehabilitación del monasterio, así como con la promoción y difusión de la cultura y tradiciones de Ribas de Campos y su comarca.
